Independencia del Alto Perú
Se conoce como Independencia del Alto Perú al proceso revolucionario acontecido en los territorios de la actual República de Bolivia, conocida en la designación administrativa colonial como la Real Audiencia de Charcas. Por su ubicación intermedia entre el Bajo Perú y las provincias del Rio de la Plata el proceso independentista estuvo íntimamente ligado al Surgimiento del Estado Argentino y la posterior Independencia del Perú. Para contener el avance independentista promovido por las Provincias Unidas del Río de la Plata el virrey del Perú José Fernando de Abascal reincorporó a su autoridad la Real Audiencia de Charcas, como lo había sido hasta 1776, y desplegó sobre ella un poderoso ejército. Entre 1810 y 1826 el Alto Perú fue escenario de interminables combates y batallas entre los realistas peruanos y alto peruanos y los patriotas argentinos y alto peruanos, a los que se sumarían después de la independencia peruana los patriotas del Perú y la Gran Colombia que intentarían extender la independencia en los territorios que permanecerían bajo control realista hasta después de la batalla de Ayacucho.
Levantamientos indígenas
Los Katari de Chayanta
En 1779 se produjo un levantamiento de indígenas aimaras en Chayanta, liderados por Tomás Katari contra los abusos de la mita de parte de los intereses mineros de la zona, centrados en el corregidor Aros. Tomas Katari fue apresado y durante su transporte a las autoridades para ser juzgado, fue asesinado lanzándolo a un barranco. Su hermano Dámaso Katari continuó liderando la rebelión y llegó a presentarse en las afueras de Chuquisaca, donde fue traicionado por un sacerdote, entregado a las autoridades y ejecutado.
Túpac Katari en Chuquiago
Poco después, en 1780 y 1781 se produjeron los grandes levantamientos quechua-aymara, liderados por Túpac Amaru II en el Cuzco y Julián Apaza en el Alto Perú. El crimen contra Tomas Katari adelanto los planes insurreccionales de Tupac Amaru, pero Julián Apaza esperó a que madurara su movimiento y formó un ejército de 40.000 hombres.
Se declaró Virrey y tras adoptar el nombre de Túpac Catari decretó el exterminio de la «raza blanca». Invadió Puno y puso sitio a la ciudad de Chuquiago (hoy La Paz) dos veces. Andrés Túpac Amaru, hermano del líder quechua, que había asumido la dirección del movimiento después de la captura y ejecución de Túpac Amaru, se unió a Túpac Katari en el segundo cerco a La Paz, pero maniobras políticas y militares, así como líderes originarios contrarios al levantamiento acabaron con el mismo. Los cabecillas fueron apresados y ejecutados. Katari fue descuartizado en vida mediante el procedimiento de ser amarrado de pies y manos a cuatro caballos jalando en sentido contrario. Junto a él fueron muertos casi todos sus familiares incluyendo a su esposa Bartolina Sisa. Posteriormente, en el afán propagandístico de la construcción de su mito indigenista le atribuyeron la famosa frase "solamente a mí me matan, volveré y seré millones", aunque es sabido que dicha frase pertenece a la novela "Espartaco" del norteamericano Howard Fast y popularizada por una película protagonizada por Kirk Douglas. También se la atribuyeron a Eva Perón.
Los sublevados estuvieron a punto de tomar La Paz, que resistió sacrificadamente el sitio bajo la dirección del intendente Segurola. Ante la emergencia, Segurola rezó y pidió ayuda tanto a a las deidades cristianas como aimaras, la Virgen de Copacabana y el Ekeko, respectivamente. Este último estaba estrictamente prohibido por la Iglesia y las autoridades civiles, pero al tener éxito en la defensa de la ciudad, Segurola agradeció a ambas deidades su ayuda, organizando una procesión para la Virgen y legalizando al Ekeko, pero ahora con un nuevo aspecto, el del español Segurola, forma con la que es conocido actualmente.
Primeros Movimientos Independentistas
Monumento a Pedro Murillo, líder de la revolución independentista en La Paz del 16 de julio de 1809 por la que fue ahorcado por las autoridades coloniales
El 25 de mayo de 1809 se realizó la Revolución de Chuquisaca que fue el primer grito libertario de América, encabezada por Bernardo Monteagudo, Jaime de Zudáñez y otros que mantenían fidelidad al Rey Fernando VII que era prisionero de José Bonaparte y que buscaban evitar que la infanta Carlota Joaquina de Borbón asumiera el trono de España en América. En este entorno, un mes y medio después se creó la Junta Tuitiva, liderados por Pedro Domingo Murillo que buscaba la independencia, pero fue violentamente reprimida por el gobierno realista, ahorcando a los líderes independentistas.
Estos hechos sirvieron como elemento detonante para que en Buenos Aires destituyeran al virrey en 1810 y constituyera un gobierno formado mayoritariamente por criollos, para gobernar en nombre de Fernando VII y a la vez que se establecían juntas de autogobierno en diferentes ciudades del Alto Perú y del resto de Hispanoamérica.
La noticia de la caída del virrey Cisneros llegó a Potosí el 17 de junio de 1810 y a Chuquisaca el día 20, el presidente de Charcas, Vicente Nieto desarmó el cuerpo de Patricios de Buenos Aires que había llevado a esa ciudad el año anterior, expulsó a los oidores de la Real Audiencia y al fiscal, Juan Antonio Álvarez de Arenales y llamó a un congreso de gobernantes altoperuanos, al que sólo asistió el gobernador intendente de Potosí, Francisco de Paula Sanz. Se acordó pedir al virrey del Perú que las cuatro intendencias del Alto Perú fueran incorporadas a su virreinato, lo que fue aceptado por Abascal, quien nombró al general José Manuel de Goyeneche como su delegado en el Alto Perú.
El 14 de septiembre se produjo la Revolución de Cochabamba, siendo depuesto el gobernador intendente y el 23 de septiembre se procedió a la jura y reconocimiento de la Junta de Buenos Aires con Francisco del Rivero como gobernador, quien reunió unos 2.000 soldados y envió a Esteban Arce a ocupar Oruro, consiguiendo el 14 de octubre el triunfo en la Batalla de Aroma. El 24 de septiembre Santa Cruz de la Sierra proclamó su adhesión a la Primera Junta de Buenos Aires.
Expediciones rioplatenses
La Primera Junta de Buenos Aires en una de sus primeras medidas creó un ejército especial, el Ejército del Norte (inicialmente denominado Ejército del Perú) para enfrentar a las tropas realistas en el Alto Perú, y después del fusilamiento del ex virrey Santiago de Liniers, lo puso al mando político de Juan José Castelli, uno de los líderes revolucionarios más radicales y con Antonio González Balcarce como jefe militar. En un primer momento, tras la derrota en el Combate de Cotagaita del 27 de octubre de 1810, las tropas independentistas vencieron a las realistas en la batalla de Suipacha el 7 de noviembre, tomando el control del Alto Perú. En Potosí una junta depuso a Paula Sanz, en Chuquisaca fueron apresados el mariscal Nieto y al general Córdova y el 19 de noviembre también en La Paz el intendente Domingo Tristán se pronuncio a favor de la junta de Buenos Aires. Durante su gobierno Castelli tomó medidas drásticas que le ganaron la enemistad de gran parte de las clases acomodadas, como fusilar a los jefes realistas, entre ellos al gobernador presidente de la Audiencia de Charcas, mariscal Vicente Nieto, al intendente de Potosí, Francisco de Paula Sanz, al general Córdova y al obispo de La Paz, así como confiscar los bienes de los realistas. El general Juan Martín de Pueyrredón fue nombrado presidente de la Audiencia de Charcas.
El 25 de mayo de 1811, en las ruinas de Tiahuanaco y frente a una asamblea multitudinaria integrada por quechuas y aymaras, anuló el sistema de castas colonial, declaró la igualdad de razas y dispuso que cada intendencia enviaría un diputado indio al Congreso General. Cometió también la imprudencia de mostrar una actitud antireligiosa frente a poblaciones profundamente religiosas y finalmente detuvo la persecución de las fuerzas realistas dándoles tiempo a su reorganización. Poco después, el general realista José Manuel de Goyeneche, quien había pactado un armisticio de cuarenta días el 14 de mayo de 1811, organizó un gran ejército en el virreinato del Perú y derrotó a las tropas del Ejército del Norte en la batalla de Huaqui, el 20 de junio de 1811. Como consecuencia de esta batalla, Goyeneche se apoderó de La Paz y Cochabamba, luego avanzó hacia Chuquisaca derrotando a las tropas revolucionarias en la Batalla de Sipe Sipe el 13 de agosto, entrando luego en Potosí que había sido abandonada por Pueyrredón llevándose los caudales.
Juan Manuel Cáceres inició una revuelta en La Paz, pero fue derrotada por tropas indígenas. El 29 de octubre de 1811, Esteban Arce recuperó Cochabamba para los revolucionarios, pero tras la derrota de Pocoma el 24 de mayo de 1812, la ciudad volvió a manos realistas el 27 de mayo. Fuerzas rioplatenses al mando del general Eustaquio Díaz Vélez fueron derrotadas en Nazareno el 12 de enero de 1812.
Castelli fue reemplazado en el mando del Ejército del Norte por el abogado y también líder independentista Manuel Belgrano quien inició una Segunda Expedición al Alto Perú. Luego de derrotar a las tropas realistas al mando del general realista Pío Tristán en Tucumán y Salta las tropas argentinas volvieron a entrar a Potosí el 21 de junio de 1813. Belgrano nombró como gobernador de Potosí al coronel Figueroa, de Cochabamba al coronel Álvarez de Arenales y de Santa Cruz al coronel Warnes, como presidente de Charcas nombró a Francisco Antonio Ortiz de Ocampo. Sin embargo Belgrano tampoco tuvo éxito en esta campaña porque fue derrotado por el Ejército Realista, ahora al mando del Brigadier Joaquín de la Pezuela, en las batallas de Vilcapugio el 1 de noviembre de 1813 y Ayohuma, trece días después. Como consecuencia de estas derrotas, el Alto Perú volvió al control realista, bajo el virreinato del Perú y Belgrano se retiró a Jujuy.
Ignacio Warnes y Álvarez de Arenales continuaron la resistencia, consiguiendo este último las victorias de La Florida (24 de mayo de 1814) y Postrer Valle (4 de junio), el 5 de agosto fue vencido en Sumarpata. El 24 de septiembre de 1814, La Paz cayó nuevamente en manos de una insurrección revolucionaria, pero fue recuperada por los realistas en noviembre.
Tras asumir brevemente el mando del Ejército del Norte el general San Martín, pasó luego el mando al general Rondeau, quien condujo la Tercera Expedición al Alto Perú, reconquistando Chuquisaca y Cochabamba y logrando la victoria en la batalla de Puesto del Marqués el 17 de abril de 1815, entrando poco después en Potosí. En octubre, los realistas al mando de Pezuela triunfan en Venta y Media y luego también en Sipe Sipe (o Viluma) el 29 de noviembre de 1815, lo que provocó la nueva caída del Alto Perú en manos realistas, retirándose el Ejército del Norte hasta Humahuaca, en la actual provincia de Jujuy.
Republiquetas
Pero al margen de las incursiones del ejército argentino (llamado así por ser ése el gentilicio de los habitantes de las márgenes del Río de la Plata) en el territorio altoperuano, las guerrillas desempeñaron un papel sumamente importante en la consecución de la independencia de Bolivia. El cura Ildefonso de las Muñecas cubrió el norte del Lago Titicaca, Sorata y Yavi;1 en el sudeste, entre Camargo y Cotagaita estaba Vicente Camargo; entre los ríos Grande y Pilcomayo, y en la Laguna combatían los esposos Padilla; en el este entre Vallegrande y Santa Cruz de la Sierra, ponía en jaque a las autoridades realistas, el valiente guerrillero Ignacio Warnes; y por último en el sur, o sea en Chichas y Tarija, se encontraban Eustaquio Méndez, Manuel Rojas y Francisco Pérez de Uriondo.
Fracasada la intervención militar de los tres Ejércitos Auxiliares, Pezuela, el comandante realista que logró derrotar a Rondeau, ante la súbita aparición de grupos guerrilleros en casi todo el territorio del Alto Perú, organizó una cruenta arremetida entre los años 1815 y 1816, logrando paralizar prácticamente toda la actividad subversiva y dando muerte a sus principales líderes como Padilla, quien cayó heroicamente en El Villar bajo la espada del comandante realista Aguilera. El 14 de septiembre de 1816. Vicente Camargo e Ignacio Warnes también fueron derrotados sangrientamente por los realistas. Tendencia que continuaría en el levantamiento de Cochabamba en septiembre de 1816 al que se reunieron otras provincias de Charcas.
La Declaración de Independencia
Libertador Simón Bolívar
El 6 de agosto de 1824 Bolívar derrotó al ejército realista del general José de Canterac con el coronel Manuel Isidoro Suárez en la Batalla de Junín. Esta victoria constituye sobre todo, el paso previo para el triunfo final en la batalla de Ayacucho. Los jefes realistas, Canterac, Váldés y La Serna, reunidos en el Cuzco decidieron reorganizar sus fuerzas y salir al encuentro de los vencedores de Junín.
Sucre, por encargo de Simón Bolívar, decide continuar la campaña militar en el Perú, y el 9 de diciembre de 1824, los independentistas logran una victoria en la llanura de Ayacucho. Con la capitulación del virrey La Serna se reconocía la "Independencia del Perú y América".
El 29 de enero de 1825, el general José Miguel Lanza proveniente de las zonas rurales cercanas (republiquetas), tomó la ciudad de La Paz y declaró la independencia de las Provincias del Alto Perú, siendo nombrado su primer presidente. El 6 de febrero el mariscal Sucre a la cabeza del Ejército Libertador cruzó el río Desaguadero.
Luego del triunfo de Ayacucho, y siguiendo precisas instrucciones de Bolívar, el general Sucre entra en territorio alto peruano el 25 de febrero de 1825. Su papel se limita a dar visos de legalidad a un proceso que los mismos patriotas ya habían puesto en marcha.
Mariscal Antonio José de Sucre
Mariscal Antonio José de Sucre Presidente de la República de Bolivia en 1825
Pero, el destino de la nueva república estaba sujeto a tres posibilidades, proseguir la unidad con Buenos Aires, incorporándose a las Provincias Unidas, mantener la adhesión al Perú reconociendo las medidas de incorporación dictadas por el virrey Abascal como resultado de la revolución del 16 de julio de 1809 en La Paz, o sostener con decisión la independencia absoluta del Alto Perú, no sólo con relación a España, sino también con referencia al Provincias Unidas del Río de la Plata y al Perú.
El acta de independencia, redactada por el presidente del Congreso, José Mariano Serrano, fue declarada por 7 representantes de Charcas, 14 de Potosí, 12 por La Paz, 13 por Cochabamba y 2 por Santa Cruz el 6 de agosto de 1825.
Mediante un decreto se determinó que el nuevo estado llevaría el nombre de Bolívar, en homenaje al Libertador, quien a la vez fue designado "Padre de la República y Jefe Supremo del Estado". Bolívar agradeció estos honores, pero declinó la aceptación de la Presidencia de la República, para cuyo cargo designó al general Antonio José de Sucre.
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