Carnaval en Bolivia, Corso de corsos en cochabamba Muchos son los calificativos para el Carnaval en Bolivia. Grandioso, majestuoso, soberbio, maravilloso son algunos de los tĂ©rminos con que los testigos de esta fiesta generalizada manifiestan su impresiĂłn de una celebraciĂłn que combina las costumbres ancestrales propias de cada regiĂłn, departamento, ciudad y comunidad rural del paĂs, con tradiciones europeas traĂdas durante la colonia.
La diversidad de opciones carnavaleras varĂa de acuerdo a la geografĂa y culturas de cada regiĂłn. El carnaval andino se caracteriza por los rituales a la Pachamama y su manifestaciĂłn es más autĂłctona que en los valles y en el sur, donde destacan el juego con agua y la elecciĂłn de reinas. Si desea alejarse de la ciudad para estos carnavales sin dejar de lado el baile, la mĂşsica de moda y la mojazĂłn, puede participar en algunas celebraciones del interior de PotosĂ, Santa Cruz, Chuquisaca y Cochabamba; pero si busca algo más autĂłctono, con rituales y ofrendas a la Pachamama, su destino está en pueblos de La Paz y Oruro. La brillante riqueza folklĂłrica boliviana, celebra los Carnavales con un ávido interĂ©s festivo, al extremo de anticipar las fiestas del calendario casi con dos meses o más, en los que esta celebraciĂłn cobra creciente entusiasmo y alegrĂa, diferenciándose esta festividad en el lado oriental por su algarabĂa y alta expresividad, con la del sector occidental del paĂs, donde los entusiasmos no son tan exagerados, sino más bien cargados de una ritualidad, inscrita fuertemente en el pensamiento mágico. Declarado por la UNESCO, como Patrimonio Oral e intangible de la Humanidad, el “Fastuoso Carnaval de Oruro” se caracteriza por mostrar una vasta riqueza folklĂłrica, que combina la danza y la mĂşsica con la devociĂłn a la Virgen del SocavĂłn. | Esta expresiĂłn folklĂłrica aglutina la mayor muestra existente en toda Bolivia, con danzas como la Diablada, Morenada, Caporales, Tinkus, Llameradas, Sicuris, Incas, Antawaras, Tobas, Waca Wacas, Kullawadas, Pujllay y otras, cuyos integrantes, además de orureños, llegan desde todas las regiones del paĂs, principalmente de La Paz y Cochabamba, asĂ como desde el exterior, con el fin de expresar mediante la danza, su fe y devociĂłn. | El Primer ensayo o “Convite”, conocido como “la Promesa” a la Virgen comienza a principios de Noviembre y sirve para abrir el Carnaval y formular un compromiso para bailar tres años consecutivos. Esta promesa se refrendará en el Ăşltimo “Convite”, que se realiza una semana antes del Domingo de Carnaval.
DespuĂ©s de muchos años coincide la Fiesta en Honor a la Virgen de la Candelaria, (Virgen del SocavĂłn) del dĂa Sábado 2 de Febrero, coincide con el Sábado de Carnaval, que es cuando se realiza la Fastuosa Entrada de Carnaval, donde resalta el lujo y espectacularidad de más de 50 fraternidades. La fiesta se extiende hasta las primeras horas del dĂa Domingo. Ese dĂa se realiza “El Alba” o saludo a la Virgen por parte de los danzarines que, amenizados por sus bandas y reunidas las fraternidades en el SocavĂłn, contrapuntean con acordes de las distintas danzas, mostrando la destreza y dominio de los instrumentos y la riqueza musical boliviana. | En estas fechas Oruro recibe a más de 500.000 turistas nacionales y extranjeros y el movimiento que generará este flujo turĂstico asciende a cerca de 8 millones de dĂłlares en cuatro dĂas, (fuente Viceministerio de Cultura) beneficiando al comercio, transporte, turismo, artesanos bordadores y mĂşsicos del paĂs.
El Carnaval de Oruro es una magnĂfica demostraciĂłn del sincretismo religioso-pagano, manifestaciĂłn de cultura viva y expresiĂłn folklĂłrica de Bolivia, en la que participan jĂłvenes y viejos, sin distinciĂłn de clases sociales y colores polĂticos. La fuerte devociĂłn religiosa convierte sus danzas en arte popular vivo. Carnaval de Santa Cruz Refleja el espĂritu alegre del pueblo cruceño. Comienza un mes antes con las fiestas "precarnavaleras" en las que participan todas las comparsas juveniles encabezadas por su Reina. Una semana antes del carnaval se lleva a cabo el minicorso en el cual se realiza la proclamaciĂłn de la soberana anual del Carnaval. A partir del atardecer del sábado y hasta el amanecer del domingo de carnaval tiene lugar el deslumbrante Corso en el que salen a bailar por las calles alrededor de 300 comparsas. Las mismas recorren las calles de la ciudad al ritmo de bandas y "tamborita". En el recorrido, el visitante admira un marco desbordante de lujo y colorido en hermosas fantasĂas, impresionantes carros alegĂłricos que transportan a las reinas y tambiĂ©n percibe el intento por rescatar los motivos regionales y el respeto al medio ambiente. | El espectáculo adquiere su máxima fastuosidad cuando ingresa la reina del carnaval cruceño con toda su corte constituida por los integrantes de la comparsa coronadora. En estas fiestas la mujer es la principal protagonista pues, al estar completamente disfrazada, hace de las suyas escogiendo pareja, coqueteando e invitando a bailar a los varones que asisten a dichas fiestas.
El pĂşblico podrá apreciar que la entrada de los grupos está dividida en tres bloques folklĂłricos: regional, nacional e internacional. TambiĂ©n participan de esta fiesta conjuntos tĂpicos, entre los que destacan los de la ChiquitanĂa que entran acompañados de tamboristas al son de chovenas (ritmo oriental). | El frenesĂ continua el domingo, lunes y martes, dĂas en que la poblaciĂłn baila y se divierte en las calles cĂ©ntricas de la ciudad jugando con agua, pintura y espumas, viviendo momentos de total alegrĂa.
Carnaval de Tarabuco (Chuquisaca) Festividad que manifiesta la virilidad de sus habitantes en la mĂşsica, danza, colorido y canto. Tiene su origen en la epopeya del 12 de marzo de 1816, protagonizada por los guerreros indĂgenas que enfrentaron y derrotaron al ejĂ©rcito español realista de los "verdes" (el nombre se debe al color de sus uniformes) que les duplicaba en nĂşmero. La sátira al conquistador español se pone de manifiesto en detalles de la indumentaria que utilizan los bailarines en esta oportunidad: grandes espuelas y montera imitando el yelmo español. | El Phujllay (significa juego) comienza con la celebraciĂłn de la misa en quechua, continua con la entrada de grupos de bailarines a la plaza y la elecciĂłn de la ñusta o virgen de la ceremonia ritual de la "pucara" -sĂmbolo mágico y religioso-.
Terminada la danza ritual y luego de beber chicha y degustar platos de comida tĂpica picante, los campesinos montan sus caballos y a los gritos de "Viva el Phujllay!" se alejan en busca de otras ofrendas folklĂłricas a la madre naturaleza, que consisten en alimentos (carnes, frutas, hortalizas, bebidas, panes) adornados con flores y plantas en un armazĂłn en torno al cual se desarrolla la danza y la mĂşsica. | Esta fiesta, que se lleva a cabo el segundo domingo de marzo, impresiona al visitante por la fuerza, colorido y belleza de la manifestaciĂłn ancestral. Carnaval de Tarija La fiesta comienza con un mes de anticipaciĂłn, con recorridos de comparsas y banda por las calles. Faltando dos semanas para el carnaval, el dĂa jueves hombres y mujeres transitan las calles de la ciudad con hermosas tortas adornadas con fruta de la temporada, dulces, flores, queso, etc.; todo esto en una gran canasta con globos y serpentinas. Se trata de la fiesta de "Comadres y Compadres". El que recibe el presente se convierte en compadre o comadre y se compromete a acompañar en las buenas y en las malas a su nuevo pariente espiritual. Por las noches las mujeres de Tarija salen a la plaza a bailar con sus tortas. Las comparsas tienen la costumbre de llevar a la plaza al diablo enjaulado, donde es liberado con lo que se da por iniciada la fiesta. | Tarija es famosa por la belleza de sus mujeres. Entre ellas se realiza la elecciĂłn de la Reina de Carnaval. Los habitantes organizan el Corso Infantil y el Corso de Mayores, el cual está lleno de colorido y alegrĂa y se ve complementado con el Concurso FolklĂłrico Campesino de MĂşsica y Baile. Posteriormente comienza el gran baile popular en la plaza principal en el que participan comparsas, pueblo y visitantes. Es interesante ir a los pueblos porque cada uno presenta sus manifestaciones folklĂłricas.
A comienzos de cuaresma, se entierra al diablo en una fiesta especial, evento Ăşnico en que los tarijeños usan máscara; Ă©sta es elaborada con cuernos de oveja, chivo o vaca imitando al diablo. Mientras un hombre abre el paso para el diablo, detrás va la "negra santera" pintando la cara de los curiosos con hollĂn. A ellos les sigue el diablo con los grupos carnavaleros. Carnaval de La Paz El Carnaval de La Paz se caracteriza por su variedad y colorido y por las distintas presentaciones que tienen lugar esos dĂas de alegrĂa. Comienza el Sábado de Carnaval con el Corso Infantil, para continuar el Domingo con la Farándula, donde se presentan gran cantidad de Comparsas principalmente de “Pepinos” —su personaje principal—, de orĂgenes mestizos, que desde el anonimato le pone el sello de la alegrĂa en toda la Ă©poca carnavalera. En las farándulas paceñas, participan distintas comparsas llenando de color y alegrĂa las calles.El “Pepino” (personaje que representa una sátira del arlequĂn español), quien con su mixtura, serpentina, harina y al son de sus alegres cascabeles inunda el ambiente carnavalero de algarabĂa; cubierto su rostro por el anonimato, toma por sorpresa al pĂşblico al que moja, golpea suavemente con su "chorizo" (especie de garrote hecho de tela y relleno de esponja) invitando a bailar. |
El dĂa Lunes se realiza desde horas de la mañana el Jisk’a Anata (Juego pequeño, en aymara), donde participan agrupaciones folklĂłricas y grupos autĂłctonos de mĂşsica y danza. El Martes está dedicado al encuentro con lo mĂtico y ritual, se realiza la tradicional “Ch’alla”, que es el agradecimiento por lo recibido de la Madre Tierra “Pachamama”, para el buen augurio en el año. Al siguiente Domingo, tiene lugar la centenaria “Entrada de Domingo de TentaciĂłn” y el entierro del Pepino. A manera de cortejo fĂşnebre, el cuerpo del Pepino es llevado en hombros hasta ser depositado en el Cementerio General, de acuerdo a la costumbre. La mĂşsica tradicional del Carnaval paceño, combina la mĂşsica de Ch’uta o huayño suave, con estudiantinas y tarqueadas, que son propias de la estaciĂłn. El "Chuta" es gran animador de la fiesta quien, a diferencia del pepino solitario, se mueve al ritmo de las bandas de mĂşsica acompañado siempre de sus dos mujeres (representando a la que dejĂł en el campo y a la que encontrĂł en la ciudad). Lleva máscara de alambre milimetrado prensado en moldes de cobre y bronce, pintadas las mejillas rosadas y los ojos celestes. La ropa es la del antiguo pongo y "lluchu" (gorro) colorido. Pepinos del Carnaval Paceño. El "Kusillo" es otro personaje que el visitante tiene que observar con atenciĂłn: en su imitaciĂłn del arlequĂn español, los aymaras representan a este bufĂłn con un traje y careta confeccionados de paño de varios colores.
Junto a ellos se presentan otros grupos de disfrazados que dan rienda suelta a la imaginaciĂłn y diversiĂłn con trajes de hĂ©roes y personalidades de la polĂtica nacional. En el Jisq’a Anata, fiesta en la que se conmemora la llegada de los primeros productos de la cosecha o de la producciĂłn agrĂcola andina, se baila la danza de los Qhanchwiris, acompañada de pinquillos, con ritmos de la tierra. Participan conjuntos como Kullawada, Morenada, Caporales, Sicuris, Saya Afroboliviana, Chutas, Moceñada y otros del folklore paceño y boliviano. Fuente: Autor Jaime Mamani Mendoza
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